Muchas veces se nos resulta complicado escribir sobre nosotros. Muchas veces olvidamos preguntaros por qué hacemos las cosas; con qué propósito; por qué ahora y por qué esto. La vida que llevamos hoy no nos da un respiro, no nos da un espacio para poder conectarnos con nosotros mismos y es por ello que tenemos que detenernos un momento y escucharnos a nosotros mismos. Nuestro cuerpo es el único medio de transporte que nos va a llevar toda nuestra vida a caminar un día más. ¿Por qué entonces dejarlo de lado? ¿Por qué no escucharnos? ¿Por qué no sanarlo si eso es lo que precisa?
Comencemos primero a entender por qué el título de mi blog: Amar el mar. Para mi es algo muy simple, pero a la vez muy complejo. Simple porque es fácil de entender el castellano, si yo te digo, "yo amo el mar", tu podés entender mi afirmación. Pero complejo porque, ¿cómo te explico lo que es amar el mar para mí? ¿Cómo puedo hacerte entender que el mar para mi es mi hogar, mi lugar en el mundo, mi espacio preferido en el planeta, mi lugar de encuentro conmigo misma, mi lugar de escapatoria, mi lugar para pensar, mi lugar de sanación? ¿Lo entenderías si sólo te digo esto? ¿Podrías entender si yo lo explico pero tú jamás lo viviste o lo sentiste?
Sacarme los zapatos, sentir los granos de arena y el agua en mis pies...simplemente ese hecho me da mucha felicidad, mucha paz y mucha calma. Acostarme en la arena boca arriba y escuchar el sonido del mar, cuando el agua se acerca a la orilla y vuelve a retroceder una y otra vez, sin cesar. Sólo eso me da paz. Mucha paz.
Me pongo el traje, me ato el pelo, preparo mi tabla cubriéndola con parafina para no resbalarme, bajo a la arena, me ato el leash en mi pierna izquierda, me subo el cierre del traje, y camino hacia la orilla. Estiro un poco mis brazos y mis piernas como calentamiento. Toco el agua, por lo general fría al principio. Me mojo la mano y me la acerco suavemente a mi cuello mojando mi nuca. Me acuesto boca abajo en mi tabla y comienzo a remar mar adentro, pasando las espumas, llegando al "pico". Ya estoy adentro. Ya empezó esta terapia.
El mar me calma y el surf es mi refugio, pero a la vez mi felicidad. Es mi mundo diferente. Mi mundo único, e irrepetible. Siempre cambiante, pero siempre presente. Estar lejos del ruido, de la ciudad, de la locura. Simplemente encontrarme conmigo mismo, y con la naturaleza. Porque todos en algún momento necesitamos aislarnos, olvidarnos de todo, y ser uno mismo, ¿no? Eso es lo que me permite el mar a mí. Como si me insertara en una burbuja, yo sola inmersa en ella con la naturaleza abrazándome y cuidándome. Esa sensación de mirar el horizonte, como dice el dicho "mirando a la nada, pensando en todo". Ese momento de mi burbuja es realmente inexplicable. Es algo mágico y único. El surf para mí es un camino espiritual, es un momento en el cual puedo estar meditando sin siquiera aplicar las técnicas de meditación, ¿que loco suena todo, no? Podría decir que es la adicción más linda y más sana que encontré en toda mi vida.
Podría seguir horas escribiendo de cómo me hace sentir el mar y el surf. Es difícil explicarlo con unas pocas palabras sin mostrarte la experiencia viva. Es realmente difícil hacerte sentir esta sensación con tal solo leer mis palabras. Pero mi propósito fundamental con este blog no es solamente transmirite esta sensación de placer que brinda el surf sino que entiendas la importancia que tiene esta unión mar-surf para muchas personas en este mundo. Lo enorme que es esta conexión, esta fuerza viva. Y que realmente puede curarnos a muchos. Y sí, me incluyo. Fue una de mis mejores, o más bien mi mejor medicina. A continuación voy a estar subiendo entradas que te pueden explicar un poco todo esto. Espero que puedas ingresar en este camino, en este mundo de hermosa sanación. Mientras, ALOHA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario