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YOGA: ¿ES LA CURA
PARA EL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD AL CUAL ESTAMOS SOMETIDOS HOY EN DÍA?
Un fuerte aroma a
incienso se apodera del living de su casa. Sentada con las rodillas
flexionadas, los brazos sobre sus rodillas, y sus ojos cerrados,
encima de su mat violeta y un ventanal por detrás donde sólo se ven
los árboles, Pilar Otero (21 años. Maestra certificada en Yoga y
Meditación por el Centro Chopra en California. Health Coach
certificada en INN, Nueva York), realiza su práctica de yoga. Se
escuchan los sonidos de los árboles mecerse, algunos pájaros
cantando y la respiración relajada de ella mientras está en la
Asana “Kapalabhati” (así le llaman a las posturas). “Está
demostrado a nivel científico que la gente que practica yoga no
tiene la misma estructura en el cerebro que el resto”, explica.
Según Pilar, el yoga cambia la manera en la que las personas
perciben el mundo, ya que se moviliza una parte del cerebro que
activa las endorfinas, permitiéndoles “obtener mayor felicidad”,
siendo capaces de percibir la vida desde otra mirada; desde otro
lugar. “Yoga significa unión, y se refiere a la unión del cuerpo,
la mente y el espíritu”, agrega. El yoga implica la combinación
de tres grandes partes: los Pranayamas (técnicas para controlar la
respiración); las Asanas (posturas), y la Dhyanas (meditación). A
lo largo de los años se han perfeccionado cada una de las posturas
corporales para generar efectos específicos tanto en la mente como
en el cuerpo. “Las posturas del yoga trabajan un lado del cerebro
que no se estimula con otras disciplinas”, explica Pilar, mientras
continúa concentrada en su respiración. “De esta manera muevo la
energía que está estancada, activo los chakras (centros de energía
más potentes del cuerpo) para volver a reconocerme como soy:
abundancia, pureza y felicidad”. Pilar abre lentamente sus ojos y
continúa:
“Esto no
es como ir a la farmacia y pedir un medicamento para el dolor de
garganta, o para el dolor de cabeza en el cual cada uno cumple una
función y tiene indicaciones para cada malestar. El yoga no es un
medicamento solamente para combatir los dolores musculares, o el
estrés o la ansiedad. El yoga sirve para hacernos ver la esencia
que tenemos por dentro y lo que realmente somos. Cuando logramos
ver esto, todo lo que está afuera empieza a ser un reflejo de
nuestro bienestar. Es ahí donde si una persona sufre de estrés
puede ver ese problema de una forma diferente. Lo ve con otros ojos.
Porque estamos preparados para eso. Lo podemos percibir diferente”.
Según Pilar, la toma de
conciencia de cada individuo es un proceso que no se da de un día
para el otro. Y afirma que en Uruguay las personas están siendo mas
conscientes de querer escucharse a uno mismo e intentar, de cierto
modo, ir en contra de la corriente, por momentos, de este mundo tan
tecnológico en el que estamos inmersos. “Los centros de yoga cada
vez son más en este país. Incluso profes particulares que dan
clases en sus casas y tienen una gran cantidad de alumnos”,
explica. “Esto da a cuenta que cada vez son más las personas que
buscan y creen en el efecto que nos causa esta disciplina sea cual
sea la motivación de cada uno”. Centros de Yoga en Montevideo
Vivimos en un mundo donde el estrés y la ansiedad son parte del día a día de uno, producto del ritmo acelerado de vida que estamos acostumbrados a llevar. Cada vez son más las personas afectadas por esta problemática, y no sólo los adultos, sino que también los jóvenes. Y el yoga es una de las primeras disciplinas que aparecen como elección para combatir esta problemática. El estrés es una estrategia de adaptación del cuerpo y de la mente humana que ayuda al individuo a afrontar situaciones que se perciben como una amenaza cuando uno intenta satisfacer sus necesidades. En estas situaciones, poder relajarse es algo muy difícil de conseguir. El problema del estrés de hoy radica en que el individuo no es capaz de darle el tiempo necesario al organismo para volver a su equilibrio, “homeostasis”, y de esta manera poder recuperarse. Por el contrario, siempre mantiene el estrés continuamente latente y encendido en situaciones tales como el trabajo, las demandas, los retos, etc. Y es allí donde el cuerpo y la mente salen del estado natural de equilibrio creando de esa manera enfermedades crónicas como trastornos de ansiedad, diabetes, estrés, hipertensión, insomnio, etc. Y es aquí donde aparecen las prácticas de yoga, las cuales, con sus ejercicios de respiración, y posturas (asanas) ayudan al individuo a encontrar la sensación de paz y calma.
[...no es
que el yoga sirve para, como muchas veces separan: para estrés, para
ser felices; sino que sirve para todo; porque esa es nuestra
verdadera escencia: la felicidad, el regosijo, el amor, la
abundancia, la pureza. El yoga no nos da felicidad, no nos da pureza,
sino que nos hace ver lo que realmente somos y nunca dejamos de
ser. Lo único que hicimos fue taparnos, ponernos capas y
creencias que solamente alimentan al ego. El espíritu no se alimenta
de nada de eso.]
Pilar Otero realizando su práctica
Pilar explica que ella,
como profesora de yoga, debe hacerle entender a todos que esta
disciplina no es ni un medicamento ni un hospital para curarse, sino
que es una disciplina que ayuda a conectarse con uno mismo y de esa
forma permite que el individuo encuentre calma y paz interior a
través del cuerpo. “Es muy triste cómo se concibe y se practica
en algunos lugares el yoga”. Mientras se pone de pie y camina hacia
un mueble donde toma una fotografía, cuenta que luego de realizar su
profesorado en Estados Unidos, tuvo la oportunidad de viajar a la
India a realizar un viaje pura y exclusivamente destinado a la
práctica del yoga en diferentes ahsrams en Rishikesh. “Este día
fue mágico”, exclama mientras mira la fotografía. “Acá es
donde verdaderamente te enseñan el yoga tal cual es. Y dónde
aprendés que realmente lo que importa es la conexión con nuestro
ser interior. Pareciera que sus ojos comenzaran a llenarse lentamente
de lágrimas por emoción o nostalgia. “Cuando llegué a Uruguay y
vi la cantidad de cursos que ofrecía la Fundación el Arte de Vivir
y sus propuestas, algó me llamó la atención”, agrega con mirada
dubitativa. “Enseguida miré el que tenía más demanda. Y era el
curso de estrés y ansiedad. Decidí anotarme. Y pagarlo, claro”.
Luego de haber vivido esa experiencia en un lugar donde no se sentía
cómoda desde un primer momento, y sabía que los ideales, y la
manera de concibir al yoga eran bastante alejados a lo que ella venía
viviendo y aprendiendo, Pilar concluyó que esta fundación estaba
más interesada en el reconocimiento de la misma y en la recaudación
de fondos que en la verdadera escencia del yoga y su espiritualidad.
Los cursos que tiene la fundación promueven técnicas de respiración
con estilos poco modernos y sus técnicas no están actualizadas.
“[...] debería estar prohibido dar un curso de yoga vía online. Y
eso es lo que hacen”. Más allá de las posibles críticas o
diferencias encontradas entre su método con el de la Fundación,
Pilar hace incapié en la importancia del mensaje que le deben
transmitir los profesores de yoga a las personas que se están
iniciando en este proceso. Ya que el yoga es una disciplina en la
cual hoy en día la gente apuesta a su salud en ella.
Vivimos en un mundo donde el estrés y la ansiedad son parte del día a día de uno, producto del ritmo acelerado de vida que estamos acostumbrados a llevar. Cada vez son más las personas afectadas por esta problemática, y no sólo los adultos, sino que también los jóvenes. Y el yoga es una de las primeras disciplinas que aparecen como elección para combatir esta problemática. El estrés es una estrategia de adaptación del cuerpo y de la mente humana que ayuda al individuo a afrontar situaciones que se perciben como una amenaza cuando uno intenta satisfacer sus necesidades. En estas situaciones, poder relajarse es algo muy difícil de conseguir. El problema del estrés de hoy radica en que el individuo no es capaz de darle el tiempo necesario al organismo para volver a su equilibrio, “homeostasis”, y de esta manera poder recuperarse. Por el contrario, siempre mantiene el estrés continuamente latente y encendido en situaciones tales como el trabajo, las demandas, los retos, etc. Y es allí donde el cuerpo y la mente salen del estado natural de equilibrio creando de esa manera enfermedades crónicas como trastornos de ansiedad, diabetes, estrés, hipertensión, insomnio, etc. Y es aquí donde aparecen las prácticas de yoga, las cuales, con sus ejercicios de respiración, y posturas (asanas) ayudan al individuo a encontrar la sensación de paz y calma.
Como bien decía Pilar, el yoga es un tipo de
práctica que combina mente y cuerpo, y es considerado como un
enfoque de salud complementario ya que combina las disciplinas
mentales y fisicas para lograr la relajación y así poder manejar el
estrés y la ansiedad.
Pedro Rodríguez,
(Posgrado en Yoga Terapéutico, especialista en Osteopatía y
Kinesiología) afirma que el yoga es un ejercicio que ayuda a reducir
el estrés, la depresión y la ansiedad ya que aumenta los niveles de
energía del individuo. “Los
ejercicios de respiración son eficaces en la reducción de los
síntomas depresivos, del estrés y la ansiedad. El yoga es útil
para esto, ya que se centra en la respiración profunda y
controlada”.
El yoga tiene varios estilos de practicarlo, así
como también diferentes intensidades al realizar la práctica. Pero
en este caso, para manejar el estrés y la ansiedad, el “Hatha
Yoga” es uno de los más recomendados por los profesionales ya que
tiene un ritmo lento y sus movimientos son sencillos. Una rutina de
yoga realizada especialmente para drenar la tensión le puede
proporcionar al cuerpo las herramientas necesarias para no
deteriorarse significativamente. Como explicaba Pilar anteriormente,
esta disciplina hace al cuerpo generar hormonas de la clase del tipo
endorfinas; esto sitúa a cualquier individuo que la practique a
obtener estados de bienestar y tranquilidad a corto plazo. Mediante
las respiraciones profundas y la toma de conciencia del proceso, hace
que el cerebro disminuya su frecuencia estabilizándose y recuperando
el equilibrio. El individuo en este caso logra un estado de descanso
cerebral y osteomuscular.
Según la Harvard Mental
Health Letter, estudios realizados prueban que el yoga ayuda con la
ansiedad, la depresión y el estrés al ser una disciplina que
combina la relajación, la meditación y el ejercicio. Y que además
aumenta la energía del individuo y su felicidad. De acuerdo con el
Journal of Psychiatry & Neuroscience, el yoga aumenta la
producción de serotonina en el cuerpo y es algo fundamental ya que
al individuo le provoca una sensación de felicidad real.
Infografía
“Yo
siempre creí en este tipo de disciplina como -medicina alternativa-
para tratar determinados casos”, cuenta Federico Delbene
(Fisioterapeuta, C.E.O de Ecobody Clinic). Su estrés y ansiedad que
dominaban su cuerpo debido a las intensas horas de trabajo semanales,
y el trato con cada uno de sus pacientes, llevó a que Federico
optara por realizar la práctica de yoga dos veces por semana. “A
mí me cambió totalmente la vida”, afirma. Luego de un tiempo en
que venía realizando sus prácticas semanales, se dio cuenta que así
como el vivía bajo estrés diario, en su clínica sus trabajadores
también estaban expuestos a lo mismo. Por lo que decidió contratar
a una profesora de yoga que fuera una vez por semana a la clínica a
darle clases particulares a sus tres empleados.
Mientras
ordena la sala de rehabilitación, Federico explica que uno expone su
mente en alerta durante horas prolongadas produciéndose
un efecto de estrés tensional que el cerebro humano no está
capacitado para tolerar, y al
elevar los niveles de adrenalina y
cortisol se producen efectos secundarios como descompensaciones,
migrañas, tics, etc. Estos efectos luego tienden a ser negativos a
medio plazo en la salud de los trabajadores, afectando las relaciones
tanto personales como profesionales y disminuyendo la productividad
de los mismos. “Debido a la
experiencia que he tenido con este tema, puedo decir que a la larga
uno se da cuenta que los empleados se van deteriorando poco a poco al
estar sometidos a este tipo de estrés continuo; el estrés de todos
los días”. El cuerpo humano no está
preparado para recibir tantos picos de estrés constantemente. “Y
no es sólo el estrés de acá adentro, sino que sumale el estrés
personal que tiene cada uno en su mochila. Porque uno después del
trabajo tiene una vida”, agrega. “Si
yo sentí la necesidad de buscar una alternativa para combatir mi
estrés por el trabajo, creí que mis empleados también debían
experimentar lo mismo”, cuenta. “Yo
me daba cuenta que ellos venían faltando cada vez más, o que
incluso se enfermaban con mayor frecuencia y concluí que esto era
nada más que por el estrés que vivimos todos los días con nuestros
pacientes acá adentro”, afirma.
“Increíblemente ahora faltan menos y los veo más contentos y
dedicados al trabajo. Y lo que más me importa es la salud de mis
empleados y la recuperación de mis pacientes. Y esto se lo debo al
yoga”, sonríe.
Video realizado en Ecobody
El estrés y la ansiedad,
como se mencionaba anteriormente son producto del ritmo acelerado de
vida, sumado a la sobrecarga de tecnología del mundo actual. Y el
yoga puede ayudar tanto a los adultos como a los niños a liberarse
de dicho ritmo. La
American
Academy of Pediatrics
(AAP) recomienda
el yoga como una terapia eficaz para todos aquellos niños que sufran
de problemas de salud emocional, físico o mental gracias a los
beneficios que cada una de sus posturas y respiraciones les brinda.
Aquí en Uruguay
podemos traer a colasión el trabajo que realiza el Instituto de Yoga
Carrasco: Niranjan Kutir, en el cual ayudan a los niños a vivir en
el presente; en el momento, concentrándose en sus tareas y poder
lidiar con los problemas que se les presenten de una forma más
calmada.
Según Ritta Poggi
(Profesora y psicóloga recibida en la Universidad de Harvard, Uned,
España. Y con formación en yoga) dice que “la práctica de yoga
es una forma sencilla y eficaz de manejar las ansiedades de los
alumnos”. Explica que el yoga ayuda a crear un entorno propicio
para aprender fácilmente y con mayor comprensión ya que se trabaja
con la respiración, relajando el cuerpo del niño, potenciando a su
vez el buen humor. “La
metodología busca ser una herramienta que contribuya con un mejor
manejo del estrés escolar y al mismo tiempo maximice el aprendizaje
y la concentración del estudiante”. Explica
a su vez que a través del yoga, los niños aprenden a conocerse,
equilibrando
sus cuerpos y mentes, hasta alcanzar períodos de calma que les
permite potenciar sus capacidades. A su vez, las técnicas de
respiración y estiramiento promueven el equilibrio y la flexibilidad
de los alumnos que además de flexibilizar el cuerpo en sí, se logra
un trabajo interior en el niño donde es capaz de conocer su entorno
y sus capacidades. Las técnicas de yoga permiten a los alumnos
superar el estrés y la ansiedad. Si
bien existen algunos casos en los cuales el yoga no ha podido aún
“calmar” a algunos de los estudiantes más hiperactivos y más
ansiosos,
esos
niños por
lo general aprenden
a descansar y disfrutar del silencio al
menos en el momento en el cual están realizando la práctica. “El
yoga no es para todos. Si uno no está realmente enfocado en lo que
está haciendo, la ansiedad no se puede controlar mágicamente”,
agrega. “Es necesario estar consciente de lo que se está haciendo
al momento de realizar la práctica para luego tener un efecto
positivo”, concluye.
Niños realizando la práctica de yoga
Un
estudio publicado en The American Journal of Occupational Therapy
descubrió que los niños con
autismo
que realizaban la práctica del yoga todos
los días, tenían resultados positivos en cuanto al aislamiento
social y la ansiedad. TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN PARA COMBATIR EL ESTRÉS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
A su vez, una investigación realizada por el Instituto Benson-Henry
del Hospital General de Massachsetts (EE.UU) que duró cinco años,
se enfocó en pacientes trabajadores con grandes niveles de estrés y
como resultado obtuvieron que el yoga reduce la expresión genética
relacionada con el estrés. Es por ello que podemos decir que esta
problemática abarca todos los niveles de edad, desde pequeños hasta
adultos mayores.
Aquí en Uruguay, existen
varios centros de yoga. Tuve la oportunidad de contactarme con la
Fundación “El Arte de
Vivir”, luego de hablar con Pilar Otero sobre su experiencia para
con la fundación,
ya que quería saber cómo manejan sus cursos y qué resultados
obtienen. Hablé con Camila Peralta, la coordinadora del “Arte de
Vivir” y me contó que “la
gente no sólo
hace los cursos una vez y listo. Muchas veces y en
varios
casos vuelven a repetir estos cursos porque el estrés
y la ansiedad pueden volver en varias etapas de nuestras vidas por
diferentes motivos”. Me
explicaba que los
ejercicios de relajación y la práctica de yoga, ayudan a aliviar el
estrés durante períodos de trabajo intensivo y con altas demandas de atención. “[...] de hecho este mes comenzamos con un curso 100% online el cual estamos muy pero muy felices que se llama “supera la ansiedad” para que todos aquellos que no pueden por temas de horarios, puedan aprender igual desde sus casas”, agrega. Siguiendo con el pensamiento de Pilar, a mí también me llamó mucho la atención que se realicen este tipo de cursos online en los que el yoga, una disciplina tan espiritual, tan dedicada al espacio entre la mente y el cuerpo de uno mismo, esté dada en este caso, a través de una computadora. Pero igualmente, Camila me cuenta que es un curso al que la gente se está inscribiendo y que “son veintiún clases diseñadas bajo un modelo de aprendizaje donde se aprenden formas específicas que mejoran la calidad de vida del individuo y a vivir sin ansiedad ni estrés, con herramientas comprobables que beneficiaron a más de 20 millones de personas en 157 países”. Aquí es donde va en cada uno de nosotros como individuos cómo decidimos tomar esta disciplina. Si simplemente se inscriben a este tipo de cursos porque el yoga se popularizó y “dicen que es algo que hace bien” o si realmente uno quiere conocerse a uno mismo y saber como funcionamos, a qué tipo de estímulos respondemos y si somos capaces de concentranos en lo que el cuerpo y nuestra mente nos están pidiendo. Porque verdaderamente no todos somos capaces de llegar al verdadero yoga.
Podríamos incluso pensar que muchos de estos lugares que ofrecen este tipo de cursos, de cierto modo los realizan por el simple hecho de tener una ganancia económica. Ya que el yoga en muchas partes del mundo se ha convertido en una gran industria y dejan de lado la escencia verdadera de la disciplina, y los resultados reales que ésta puede brindarnos. Para muchas personas es una oportunidad de utilizar esta práctica popular como una alternativa de negocio, donde se generan buenos ingresos ya que está de “moda” ya sea por la tendencia a lo espiritual, para adelgazar o para combatir el estrés y la ansiedad.
El hecho de que muchas de las celebridades en el mundo practican yoga, ha ayudado increíblemente a popularizar esta disciplina que, según cálculos de Newsweek, genera unos US$80.000 millones en el mundo (dato año 2016). Así como también se agrega la industria de la vestimenta yogui para practicar esta disciplina. Seguido de India, Estados Unidos es uno de los países que tienen más practicantes. Según un infome de Forbes, 36,7 millones de personas practican la disciplina y entre todos gastan aproximadamente unos US$16.800 millones por año en clases y equipamiento (accesorios, ropa, mats, etc). Por otro lado, Ramiro Calle, pionero de yoga en España afirma que “sólo en Madrid ya hay más de cien centros de yoga” y por su centro ya pasaron más de 450.000 personas.
Por otro lado, otro detonante para practicar yoga es cuando un médico la recomienda para combatir el estrés y la ansiedad, o por una mala postura. El hecho de que lo hagan es correcto, pero luego el individuo tiene que tener “suerte” de caer a un centro donde lo realicen con seriedad y profesionalismo para realmente poder sanar sus problemas. Ya que como decía Ritta o Pilar, el yoga no es para todos, y tampoco es algo mágico. Se precisa de un profesional para que nos explique adecuadamente cada una de las posturas y cuál es la más adecuada para realizar según el tipo de “problema” o dificultad que estemos vivenciando. Por ejemplo, cuando el individuo detecta que está por comenzar con un ataque de ansiedad, uno mismo puede frenarlo y observar en qué lugar físico se encuentra. Es decir, si es en la espalda, si es en las manos, o si es en el cuello. El ejercicio de Pranayama recomendado para una situación “antiansiedad” es el conocido como “Brahmari”, respiración de la abeja. La práctica le otorga su nombre al zumbido de las abejas ya que es un sonido que le transmite calma a la mente en continua aceleración sin crear tensión alguna. Si bien es una práctica que se recomienda para estos casos de ansiedad, puede ser utilizada en cualquier momento del día para provocar la relajación. “Cuando nosotros enseñamos las posturas en las clases debemos explicar para qué sirve cada una para que luego ellos la puedan hacer sin nuestra presencia. Esa es la idea”, dijo Pilar Otero.
Podríamos incluso pensar que muchos de estos lugares que ofrecen este tipo de cursos, de cierto modo los realizan por el simple hecho de tener una ganancia económica. Ya que el yoga en muchas partes del mundo se ha convertido en una gran industria y dejan de lado la escencia verdadera de la disciplina, y los resultados reales que ésta puede brindarnos. Para muchas personas es una oportunidad de utilizar esta práctica popular como una alternativa de negocio, donde se generan buenos ingresos ya que está de “moda” ya sea por la tendencia a lo espiritual, para adelgazar o para combatir el estrés y la ansiedad.
El hecho de que muchas de las celebridades en el mundo practican yoga, ha ayudado increíblemente a popularizar esta disciplina que, según cálculos de Newsweek, genera unos US$80.000 millones en el mundo (dato año 2016). Así como también se agrega la industria de la vestimenta yogui para practicar esta disciplina. Seguido de India, Estados Unidos es uno de los países que tienen más practicantes. Según un infome de Forbes, 36,7 millones de personas practican la disciplina y entre todos gastan aproximadamente unos US$16.800 millones por año en clases y equipamiento (accesorios, ropa, mats, etc). Por otro lado, Ramiro Calle, pionero de yoga en España afirma que “sólo en Madrid ya hay más de cien centros de yoga” y por su centro ya pasaron más de 450.000 personas.
Imagen creada a partir de las palabras más usadas en este reporte
Por otro lado, otro detonante para practicar yoga es cuando un médico la recomienda para combatir el estrés y la ansiedad, o por una mala postura. El hecho de que lo hagan es correcto, pero luego el individuo tiene que tener “suerte” de caer a un centro donde lo realicen con seriedad y profesionalismo para realmente poder sanar sus problemas. Ya que como decía Ritta o Pilar, el yoga no es para todos, y tampoco es algo mágico. Se precisa de un profesional para que nos explique adecuadamente cada una de las posturas y cuál es la más adecuada para realizar según el tipo de “problema” o dificultad que estemos vivenciando. Por ejemplo, cuando el individuo detecta que está por comenzar con un ataque de ansiedad, uno mismo puede frenarlo y observar en qué lugar físico se encuentra. Es decir, si es en la espalda, si es en las manos, o si es en el cuello. El ejercicio de Pranayama recomendado para una situación “antiansiedad” es el conocido como “Brahmari”, respiración de la abeja. La práctica le otorga su nombre al zumbido de las abejas ya que es un sonido que le transmite calma a la mente en continua aceleración sin crear tensión alguna. Si bien es una práctica que se recomienda para estos casos de ansiedad, puede ser utilizada en cualquier momento del día para provocar la relajación. “Cuando nosotros enseñamos las posturas en las clases debemos explicar para qué sirve cada una para que luego ellos la puedan hacer sin nuestra presencia. Esa es la idea”, dijo Pilar Otero.
Video explicativo
[...] “Se me caía de a mechones el pelo. Apenas me lo tocaba me
miraba la mano y tenía una bola de pelos”, explica Juliana Ruvira
(25 años. Practicante de yoga desde hace cinco años). Cuenta que
estaba muy preocupada, que jamás le había sucedido algo así en su
vida. Se sentía vulnerable. Enseguida que fue al dermatólogo le
diagnosticó un medicamento que supuestamente iba a terminar con ese
problema de dermatitis grave causado por su gran estrés. “Mirá
que le di duro a esas pastillas. Las tomaba todos los dias tres veces
por día mientras me miraba el pelo en el espejo”. recuerda
Juliana. Sentada en la silla del comedor, toma su celular y mira las
fotografías de aquella época y dice: “Yo sé que nada es mágico
en esta vida. Pero a mí realmente me ayudó no sólo a terminar con
esta dermatitis sino a saber cómo manejar mi estrés del día a
día”. Explica que yoga le dio los recursos necesarios para
enfrentarse a su problema cuando los médicos no pudieron ayudarla
con una solución. “Mirá, ¿ves? Me faltaban pedazos de pelo”,
cuenta mientras me enseña sus fotografías. “Y miráme ahora”,
añade mostrándome su cabeza. Ella cuenta que las posturas del yoga
tal y como son no la curaron sola, sino que esas posturas fueron
parte de un todo. Cuenta como nadie le dijo que haga una determinada
postura y que a raíz de eso ya iba a estar bien. Sino que lo que la
curó a ella fue que aprendió a escucharse a ella misma y a sentir
lo que realmente estaba experimentando. “Me enseñaron que el yoga
es una forma de moverse, de respirar y de meditar”, agrega. Pero
luego de explicar su experiencia para con el yoga, en un momento se
detiene y se queda unos instantes en silencio. Cierra sus ojos. Mueve
su cabeza de lado a lado como diciendo que “no”. Los vuelve a
abrir y dice: “¿Pero sabés lo que realmente me llama la atención?
Le dije a Pau, mi hermana, que arrancara conmigo cuando la vi
sobrepasada con la facultad. Y hace seis meses que empezó y no vemos
cambios”. Juliana explica mientras piensa, dubitativa, que no sabe
cual es la razón por la cual Paulina, su hermana, no consigue
resultados positivos con el yoga. “No sé si es porque ella no se
concentra en serio, o que a veces termina durmiendo en las clases”,
comenta. Pero realmente le llama la atención ya que a ella le ha
funcionado correctamente.
Juliana Ruvira, una yogui feliz.
Resultados de encuesta a jóvenes y adultos en Montevideo acerca del Yoga:
http://picasion.com/
Con todos estos casos, estudios, números y testimonios, podríamos concluir que, es evidente que nadie tiene una varita mágica, así como tampoco la receta perfecta como para decirte: “hacé esto, que todos tus problemas van a tener solución”. Sino que el yoga es una disciplina la cual puede ser beneficiosa para muchos casos, como ser el estrés y la ansiedad, pero que dependen de uno mismo para lograr los resultados esperados.
http://picasion.com/
Con todos estos casos, estudios, números y testimonios, podríamos concluir que, es evidente que nadie tiene una varita mágica, así como tampoco la receta perfecta como para decirte: “hacé esto, que todos tus problemas van a tener solución”. Sino que el yoga es una disciplina la cual puede ser beneficiosa para muchos casos, como ser el estrés y la ansiedad, pero que dependen de uno mismo para lograr los resultados esperados.
“Nada se
logra con una mente que duda”. - B.K.S. Iyengar -