sábado, 2 de junio de 2018

Yoga: un aliado para reducir el estrés y la ansiedad


Video


YOGA: ¿ES LA CURA PARA EL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD AL CUAL ESTAMOS SOMETIDOS HOY EN DÍA?


Un fuerte aroma a incienso se apodera del living de su casa. Sentada con las rodillas flexionadas, los brazos sobre sus rodillas, y sus ojos cerrados, encima de su mat violeta y un ventanal por detrás donde sólo se ven los árboles, Pilar Otero (21 años. Maestra certificada en Yoga y Meditación por el Centro Chopra en California. Health Coach certificada en INN, Nueva York), realiza su práctica de yoga. Se escuchan los sonidos de los árboles mecerse, algunos pájaros cantando y la respiración relajada de ella mientras está en la Asana “Kapalabhati” (así le llaman a las posturas). “Está demostrado a nivel científico que la gente que practica yoga no tiene la misma estructura en el cerebro que el resto”, explica. Según Pilar, el yoga cambia la manera en la que las personas perciben el mundo, ya que se moviliza una parte del cerebro que activa las endorfinas, permitiéndoles “obtener mayor felicidad”, siendo capaces de percibir la vida desde otra mirada; desde otro lugar. “Yoga significa unión, y se refiere a la unión del cuerpo, la mente y el espíritu”, agrega. El yoga implica la combinación de tres grandes partes: los Pranayamas (técnicas para controlar la respiración); las Asanas (posturas), y la Dhyanas (meditación). A lo largo de los años se han perfeccionado cada una de las posturas corporales para generar efectos específicos tanto en la mente como en el cuerpo. “Las posturas del yoga trabajan un lado del cerebro que no se estimula con otras disciplinas”, explica Pilar, mientras continúa concentrada en su respiración. “De esta manera muevo la energía que está estancada, activo los chakras (centros de energía más potentes del cuerpo) para volver a reconocerme como soy: abundancia, pureza y felicidad”. Pilar abre lentamente sus ojos y continúa:

“Esto no es como ir a la farmacia y pedir un medicamento para el dolor de garganta, o para el dolor de cabeza en el cual cada uno cumple una función y tiene indicaciones para cada malestar. El yoga no es un medicamento solamente para combatir los dolores musculares, o el estrés o la ansiedad. El yoga sirve para hacernos ver la esencia que tenemos por dentro y lo que realmente somos. Cuando logramos ver esto, todo lo que está afuera empieza a ser un reflejo de nuestro bienestar. Es ahí donde si una persona sufre de estrés puede ver ese problema de una forma diferente. Lo ve con otros ojos. Porque estamos preparados para eso. Lo podemos percibir diferente”.

Según Pilar, la toma de conciencia de cada individuo es un proceso que no se da de un día para el otro. Y afirma que en Uruguay las personas están siendo mas conscientes de querer escucharse a uno mismo e intentar, de cierto modo, ir en contra de la corriente, por momentos, de este mundo tan tecnológico en el que estamos inmersos. “Los centros de yoga cada vez son más en este país. Incluso profes particulares que dan clases en sus casas y tienen una gran cantidad de alumnos”, explica. “Esto da a cuenta que cada vez son más las personas que buscan y creen en el efecto que nos causa esta disciplina sea cual sea la motivación de cada uno”. Centros de Yoga en Montevideo


[...no es que el yoga sirve para, como muchas veces separan: para estrés, para ser felices; sino que sirve para todo; porque esa es nuestra verdadera escencia: la felicidad, el regosijo, el amor, la abundancia, la pureza. El yoga no nos da felicidad, no nos da pureza, sino que nos hace ver lo que realmente somos y nunca dejamos de ser. Lo único que hicimos fue taparnos, ponernos capas y creencias que solamente alimentan al ego. El espíritu no se alimenta de nada de eso.]

Pilar Otero realizando su práctica




Pilar explica que ella, como profesora de yoga, debe hacerle entender a todos que esta disciplina no es ni un medicamento ni un hospital para curarse, sino que es una disciplina que ayuda a conectarse con uno mismo y de esa forma permite que el individuo encuentre calma y paz interior a través del cuerpo. “Es muy triste cómo se concibe y se practica en algunos lugares el yoga”. Mientras se pone de pie y camina hacia un mueble donde toma una fotografía, cuenta que luego de realizar su profesorado en Estados Unidos, tuvo la oportunidad de viajar a la India a realizar un viaje pura y exclusivamente destinado a la práctica del yoga en diferentes ahsrams en Rishikesh. “Este día fue mágico”, exclama mientras mira la fotografía. “Acá es donde verdaderamente te enseñan el yoga tal cual es. Y dónde aprendés que realmente lo que importa es la conexión con nuestro ser interior. Pareciera que sus ojos comenzaran a llenarse lentamente de lágrimas por emoción o nostalgia. “Cuando llegué a Uruguay y vi la cantidad de cursos que ofrecía la Fundación el Arte de Vivir y sus propuestas, algó me llamó la atención”, agrega con mirada dubitativa. “Enseguida miré el que tenía más demanda. Y era el curso de estrés y ansiedad. Decidí anotarme. Y pagarlo, claro”. Luego de haber vivido esa experiencia en un lugar donde no se sentía cómoda desde un primer momento, y sabía que los ideales, y la manera de concibir al yoga eran bastante alejados a lo que ella venía viviendo y aprendiendo, Pilar concluyó que esta fundación estaba más interesada en el reconocimiento de la misma y en la recaudación de fondos que en la verdadera escencia del yoga y su espiritualidad. Los cursos que tiene la fundación promueven técnicas de respiración con estilos poco modernos y sus técnicas no están actualizadas. “[...] debería estar prohibido dar un curso de yoga vía online. Y eso es lo que hacen”. Más allá de las posibles críticas o diferencias encontradas entre su método con el de la Fundación, Pilar hace incapié en la importancia del mensaje que le deben transmitir los profesores de yoga a las personas que se están iniciando en este proceso. Ya que el yoga es una disciplina en la cual hoy en día la gente apuesta a su salud en ella.

Vivimos en un mundo donde el estrés y la ansiedad son parte del día a día de uno, producto del ritmo acelerado de vida que estamos acostumbrados a llevar. Cada vez son más las personas afectadas por esta problemática, y no sólo los adultos, sino que también los jóvenes. Y el yoga es una de las primeras disciplinas que aparecen como elección para combatir esta problemática. El estrés es una estrategia de adaptación del cuerpo y de la mente humana que ayuda al individuo a afrontar situaciones que se perciben como una amenaza cuando uno intenta satisfacer sus necesidades. En estas situaciones, poder relajarse es algo muy difícil de conseguir. El problema del estrés de hoy radica en que el individuo no es capaz de darle el tiempo necesario al organismo para volver a su equilibrio, “homeostasis”, y de esta manera poder recuperarse. Por el contrario, siempre mantiene el estrés continuamente latente y encendido en situaciones tales como el trabajo, las demandas, los retos, etc. Y es allí donde el cuerpo y la mente salen del estado natural de equilibrio creando de esa manera enfermedades crónicas como trastornos de ansiedad, diabetes, estrés, hipertensión, insomnio, etc. Y es aquí donde aparecen las prácticas de yoga, las cuales, con sus ejercicios de respiración, y posturas (asanas) ayudan al individuo a encontrar la sensación de paz y calma.

Como bien decía Pilar, el yoga es un tipo de práctica que combina mente y cuerpo, y es considerado como un enfoque de salud complementario ya que combina las disciplinas mentales y fisicas para lograr la relajación y así poder manejar el estrés y la ansiedad.
Pedro Rodríguez, (Posgrado en Yoga Terapéutico, especialista en Osteopatía y Kinesiología) afirma que el yoga es un ejercicio que ayuda a reducir el estrés, la depresión y la ansiedad ya que aumenta los niveles de energía del individuo. Los ejercicios de respiración son eficaces en la reducción de los síntomas depresivos, del estrés y la ansiedad. El yoga es útil para esto, ya que se centra en la respiración profunda y controlada”.

El yoga tiene varios estilos de practicarlo, así como también diferentes intensidades al realizar la práctica. Pero en este caso, para manejar el estrés y la ansiedad, el “Hatha Yoga” es uno de los más recomendados por los profesionales ya que tiene un ritmo lento y sus movimientos son sencillos. Una rutina de yoga realizada especialmente para drenar la tensión le puede proporcionar al cuerpo las herramientas necesarias para no deteriorarse significativamente. Como explicaba Pilar anteriormente, esta disciplina hace al cuerpo generar hormonas de la clase del tipo endorfinas; esto sitúa a cualquier individuo que la practique a obtener estados de bienestar y tranquilidad a corto plazo. Mediante las respiraciones profundas y la toma de conciencia del proceso, hace que el cerebro disminuya su frecuencia estabilizándose y recuperando el equilibrio. El individuo en este caso logra un estado de descanso cerebral y osteomuscular.

Según la Harvard Mental Health Letter, estudios realizados prueban que el yoga ayuda con la ansiedad, la depresión y el estrés al ser una disciplina que combina la relajación, la meditación y el ejercicio. Y que además aumenta la energía del individuo y su felicidad. De acuerdo con el Journal of Psychiatry & Neuroscience, el yoga aumenta la producción de serotonina en el cuerpo y es algo fundamental ya que al individuo le provoca una sensación de felicidad real. 


Infografía

“Yo siempre creí en este tipo de disciplina como -medicina alternativa- para tratar determinados casos”, cuenta Federico Delbene (Fisioterapeuta, C.E.O de Ecobody Clinic). Su estrés y ansiedad que dominaban su cuerpo debido a las intensas horas de trabajo semanales, y el trato con cada uno de sus pacientes, llevó a que Federico optara por realizar la práctica de yoga dos veces por semana. “A mí me cambió totalmente la vida”, afirma. Luego de un tiempo en que venía realizando sus prácticas semanales, se dio cuenta que así como el vivía bajo estrés diario, en su clínica sus trabajadores también estaban expuestos a lo mismo. Por lo que decidió contratar a una profesora de yoga que fuera una vez por semana a la clínica a darle clases particulares a sus tres empleados.


Mientras ordena la sala de rehabilitación, Federico explica que uno expone su mente en alerta durante horas prolongadas produciéndose un efecto de estrés tensional que el cerebro humano no está capacitado para tolerar, y al elevar los niveles de adrenalina y cortisol se producen efectos secundarios como descompensaciones, migrañas, tics, etc. Estos efectos luego tienden a ser negativos a medio plazo en la salud de los trabajadores, afectando las relaciones tanto personales como profesionales y disminuyendo la productividad de los mismos. “Debido a la experiencia que he tenido con este tema, puedo decir que a la larga uno se da cuenta que los empleados se van deteriorando poco a poco al estar sometidos a este tipo de estrés continuo; el estrés de todos los días”. El cuerpo humano no está preparado para recibir tantos picos de estrés constantemente. “Y no es sólo el estrés de acá adentro, sino que sumale el estrés personal que tiene cada uno en su mochila. Porque uno después del trabajo tiene una vida”, agrega. “Si yo sentí la necesidad de buscar una alternativa para combatir mi estrés por el trabajo, creí que mis empleados también debían experimentar lo mismo”, cuenta. “Yo me daba cuenta que ellos venían faltando cada vez más, o que incluso se enfermaban con mayor frecuencia y concluí que esto era nada más que por el estrés que vivimos todos los días con nuestros pacientes acá adentro”, afirma. “Increíblemente ahora faltan menos y los veo más contentos y dedicados al trabajo. Y lo que más me importa es la salud de mis empleados y la recuperación de mis pacientes. Y esto se lo debo al yoga”, sonríe. 




Video realizado en Ecobody 

El estrés y la ansiedad, como se mencionaba anteriormente son producto del ritmo acelerado de vida, sumado a la sobrecarga de tecnología del mundo actual. Y el yoga puede ayudar tanto a los adultos como a los niños a liberarse de dicho ritmo. La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda el yoga como una terapia eficaz para todos aquellos niños que sufran de problemas de salud emocional, físico o mental gracias a los beneficios que cada una de sus posturas y respiraciones les brinda. Aquí en Uruguay podemos traer a colasión el trabajo que realiza el Instituto de Yoga Carrasco: Niranjan Kutir, en el cual ayudan a los niños a vivir en el presente; en el momento, concentrándose en sus tareas y poder lidiar con los problemas que se les presenten de una forma más calmada.

Según Ritta Poggi (Profesora y psicóloga recibida en la Universidad de Harvard, Uned, España. Y con formación en yoga) dice que “la práctica de yoga es una forma sencilla y eficaz de manejar las ansiedades de los alumnos”. Explica que el yoga ayuda a crear un entorno propicio para aprender fácilmente y con mayor comprensión ya que se trabaja con la respiración, relajando el cuerpo del niño, potenciando a su vez el buen humor. “La metodología busca ser una herramienta que contribuya con un mejor manejo del estrés escolar y al mismo tiempo maximice el aprendizaje y la concentración del estudiante”. Explica a su vez que a través del yoga, los niños aprenden a conocerse, equilibrando sus cuerpos y mentes, hasta alcanzar períodos de calma que les permite potenciar sus capacidades. A su vez, las técnicas de respiración y estiramiento promueven el equilibrio y la flexibilidad de los alumnos que además de flexibilizar el cuerpo en sí, se logra un trabajo interior en el niño donde es capaz de conocer su entorno y sus capacidades. Las técnicas de yoga permiten a los alumnos superar el estrés y la ansiedad. Si bien existen algunos casos en los cuales el yoga no ha podido aún “calmar” a algunos de los estudiantes más hiperactivos y más ansiosos, esos niños por lo general aprenden a descansar y disfrutar del silencio al menos en el momento en el cual están realizando la práctica. “El yoga no es para todos. Si uno no está realmente enfocado en lo que está haciendo, la ansiedad no se puede controlar mágicamente”, agrega. “Es necesario estar consciente de lo que se está haciendo al momento de realizar la práctica para luego tener un efecto positivo”, concluye.

Niños realizando la práctica de yoga







Un estudio publicado en The American Journal of Occupational Therapy descubrió que los niños con autismo que realizaban la práctica del yoga todos los días, tenían resultados positivos en cuanto al aislamiento social y la ansiedad. TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN PARA COMBATIR EL ESTRÉS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
 A su vez, una investigación realizada por el Instituto Benson-Henry del Hospital General de Massachsetts (EE.UU) que duró cinco años, se enfocó en pacientes trabajadores con grandes niveles de estrés y como resultado obtuvieron que el yoga reduce la expresión genética relacionada con el estrés. Es por ello que podemos decir que esta problemática abarca todos los niveles de edad, desde pequeños hasta adultos mayores.



Aquí en Uruguay, existen varios centros de yoga. Tuve la oportunidad de contactarme con la Fundación “El Arte de Vivir”, luego de hablar con Pilar Otero sobre su experiencia para con la fundación, ya que quería saber cómo manejan sus cursos y qué resultados obtienen. Hablé con Camila Peralta, la coordinadora del “Arte de Vivir” y me contó que la gente no sólo hace los cursos una vez y listo. Muchas veces y en varios casos vuelven a repetir estos cursos porque el estrés y la ansiedad pueden volver en varias etapas de nuestras vidas por diferentes motivos”. Me explicaba que los ejercicios de relajación y la práctica de yoga, ayudan a aliviar el estrés durante períodos de trabajo intensivo y con altas demandas de atención. “[...] de hecho este mes comenzamos con un curso 100% online el cual estamos muy pero muy felices que se llama “supera la ansiedad” para que todos aquellos que no pueden por temas de horarios, puedan aprender igual desde sus casas”, agrega. Siguiendo con el pensamiento de Pilar, a mí también me llamó mucho la atención que se realicen este tipo de cursos online en los que el yoga, una disciplina tan espiritual, tan dedicada al espacio entre la mente y el cuerpo de uno mismo, esté dada en este caso, a través de una computadora. Pero igualmente, Camila me cuenta que es un curso al que la gente se está inscribiendo y que “son veintiún clases diseñadas bajo un modelo de aprendizaje donde se aprenden formas específicas que mejoran la calidad de vida del individuo y a vivir sin ansiedad ni estrés, con herramientas comprobables que beneficiaron a más de 20 millones de personas en 157 países”. Aquí es donde va en cada uno de nosotros como individuos cómo decidimos tomar esta disciplina. Si simplemente se inscriben a este tipo de cursos porque el yoga se popularizó y “dicen que es algo que hace bien” o si realmente uno quiere conocerse a uno mismo y saber como funcionamos, a qué tipo de estímulos respondemos y si somos capaces de concentranos en lo que el cuerpo y nuestra mente nos están pidiendo. Porque verdaderamente no todos somos capaces de llegar al verdadero yoga.

Podríamos incluso pensar que muchos de estos lugares que ofrecen este tipo de cursos, de cierto modo los realizan por el simple hecho de tener una ganancia económica. Ya que el yoga en muchas partes del mundo se ha convertido en una gran industria y dejan de lado la escencia verdadera de la disciplina, y los resultados reales que ésta puede brindarnos. Para muchas personas es una oportunidad de utilizar esta práctica popular como una alternativa de negocio, donde se generan buenos ingresos ya que está de “moda” ya sea por la tendencia a lo espiritual, para adelgazar o para combatir el estrés y la ansiedad.

El hecho de que muchas de las celebridades en el mundo practican yoga, ha ayudado increíblemente a popularizar esta disciplina que, según cálculos de Newsweek, genera unos US$80.000 millones en el mundo (dato año 2016). Así como también se agrega la industria de la vestimenta yogui para practicar esta disciplina. Seguido de India, Estados Unidos es uno de los países que tienen más practicantes. Según un infome de Forbes, 36,7 millones de personas practican la disciplina y entre todos gastan aproximadamente unos US$16.800 millones por año en clases y equipamiento (accesorios, ropa, mats, etc). Por otro lado, Ramiro Calle, pionero de yoga en España afirma que “sólo en Madrid ya hay más de cien centros de yoga” y por su centro ya pasaron más de 450.000 personas.


Imagen creada a partir de las palabras más usadas en este reporte


Por otro lado, otro detonante para practicar yoga es cuando un médico la recomienda para combatir el estrés y la ansiedad, o por una mala postura. El hecho de que lo hagan es correcto, pero luego el individuo tiene que tener “suerte” de caer a un centro donde lo realicen con seriedad y profesionalismo para realmente poder sanar sus problemas. Ya que como decía Ritta o Pilar, el yoga no es para todos, y tampoco es algo mágico. Se precisa de un profesional para que nos explique adecuadamente cada una de las posturas y cuál es la más adecuada para realizar según el tipo de “problema” o dificultad que estemos vivenciando. Por ejemplo, cuando el individuo detecta que está por comenzar con un ataque de ansiedad, uno mismo puede frenarlo y observar en qué lugar físico se encuentra. Es decir, si es en la espalda, si es en las manos, o si es en el cuello. El ejercicio de Pranayama recomendado para una situación “antiansiedad” es el conocido como “Brahmari”, respiración de la abeja. La práctica le otorga su nombre al zumbido de las abejas ya que es un sonido que le transmite calma a la mente en continua aceleración sin crear tensión alguna. Si bien es una práctica que se recomienda para estos casos de ansiedad, puede ser utilizada en cualquier momento del día para provocar la relajación. “Cuando nosotros enseñamos las posturas en las clases debemos explicar para qué sirve cada una para que luego ellos la puedan hacer sin nuestra presencia. Esa es la idea”, dijo Pilar Otero.
Video explicativo

[...] “Se me caía de a mechones el pelo. Apenas me lo tocaba me miraba la mano y tenía una bola de pelos”, explica Juliana Ruvira (25 años. Practicante de yoga desde hace cinco años). Cuenta que estaba muy preocupada, que jamás le había sucedido algo así en su vida. Se sentía vulnerable. Enseguida que fue al dermatólogo le diagnosticó un medicamento que supuestamente iba a terminar con ese problema de dermatitis grave causado por su gran estrés. “Mirá que le di duro a esas pastillas. Las tomaba todos los dias tres veces por día mientras me miraba el pelo en el espejo”. recuerda Juliana. Sentada en la silla del comedor, toma su celular y mira las fotografías de aquella época y dice: “Yo sé que nada es mágico en esta vida. Pero a mí realmente me ayudó no sólo a terminar con esta dermatitis sino a saber cómo manejar mi estrés del día a día”. Explica que yoga le dio los recursos necesarios para enfrentarse a su problema cuando los médicos no pudieron ayudarla con una solución. “Mirá, ¿ves? Me faltaban pedazos de pelo”, cuenta mientras me enseña sus fotografías. “Y miráme ahora”, añade mostrándome su cabeza. Ella cuenta que las posturas del yoga tal y como son no la curaron sola, sino que esas posturas fueron parte de un todo. Cuenta como nadie le dijo que haga una determinada postura y que a raíz de eso ya iba a estar bien. Sino que lo que la curó a ella fue que aprendió a escucharse a ella misma y a sentir lo que realmente estaba experimentando. “Me enseñaron que el yoga es una forma de moverse, de respirar y de meditar”, agrega. Pero luego de explicar su experiencia para con el yoga, en un momento se detiene y se queda unos instantes en silencio. Cierra sus ojos. Mueve su cabeza de lado a lado como diciendo que “no”. Los vuelve a abrir y dice: “¿Pero sabés lo que realmente me llama la atención? Le dije a Pau, mi hermana, que arrancara conmigo cuando la vi sobrepasada con la facultad. Y hace seis meses que empezó y no vemos cambios”. Juliana explica mientras piensa, dubitativa, que no sabe cual es la razón por la cual Paulina, su hermana, no consigue resultados positivos con el yoga. “No sé si es porque ella no se concentra en serio, o que a veces termina durmiendo en las clases”, comenta. Pero realmente le llama la atención ya que a ella le ha funcionado correctamente.


Juliana Ruvira, una yogui feliz. 


Resultados de encuesta a jóvenes y adultos en Montevideo acerca del Yoga:
http://picasion.com/
http://picasion.com/

 


Con todos estos casos, estudios, números y testimonios, podríamos concluir que, es evidente que nadie tiene una varita mágica, así como tampoco la receta perfecta como para decirte: “hacé esto, que todos tus problemas van a tener solución”. Sino que el yoga es una disciplina la cual puede ser beneficiosa para muchos casos, como ser el estrés y la ansiedad, pero que dependen de uno mismo para lograr los resultados esperados.  
 Nada se logra con una mente que duda”. - B.K.S. Iyengar -







domingo, 13 de mayo de 2018

Olas sin barreras y ArtSurfCamp

Olas sin Barreras y Artsurfcamp dan clases de surf para niños ciegos, en sillas de ruedas o con problemas familiares. Realmente es algo increíble lo que estas personas le brindan a todos estos niños.


Terapia sobre Olas

Una investigación boricua comprueba que el surf ayuda significativamente a los niños con autismo. - ELNUEVODIA.COM 


Les dejo aquí por si les interesa esta investigación; ¡muy interesante! 

Para la madre de un niño de 7 años con autismo típico, pero de alto funcionamiento, el cambio que ha experimentado su hijo en los últimos seis meses, ha sido más que significativo.
“Del cielo a la tierra”, dice emocionada Lourdes López Báez, quien destaca que el jovencito ha mejorado en el área social, sensorial y verbal de forma dramática. De hecho, cuenta que se está comunicando con expresiones y pensamientos completos, algo que no hacía antes.
“Ha mejorado en un 100% en todas las áreas. Esto ha sido una bendición”, agrega entusiasmada la madre.
Lo único diferente que ha hecho el niño en este tiempo es participar en un estudio auspiciado por el Instituto Filius, de la Universidad de Puerto Rico, organización que ofrece servicios a personas con necesidades especiales, además de realizar investigaciones multidisciplinarias relacionadas.
Se trata de una investigación que se llevó a cabo en el pueblo de Isabela, específicamente en la playa de Jobos, entre los meses de abril a junio de este año para identificar los efectos positivos del surfing en la población con autismo y tratar de validar científicamente este deporte como una alternativa o una nueva forma de terapia. Y durante ese tiempo, dos veces en semana, participaron de la innovadora terapia sobre olas. Lo que, a juicio de Lourdes, hizo una gran diferencia.
“No es una vez al mes o una actividad al año (como normalmente hacen otras organizaciones que trabajan con niños con autismo). Ha sido algo consistente que a mi hijo le ha abierto unas puertas que antes estaban un poco cerradas. Él ahora está expresando lo que quiere, tiene más empatía con las personas que lo rodean y su expresión verbal ha mejorado mucho, al punto que su terapista del habla, que lo dejó de ver en verano, se ha asombrado cuando volvió a verlo; dice que le llegó un niño diferente”, agrega ilusionada Lourdes.
Al doctor Nicolás Linares, director del Instituto Filius, también le ha sorprendido positivamente todo lo que se ha logrado en tan poco tiempo con estos niños.
“Los hallazgos me han cambiado la visión de cómo se enfoca el tratamiento y las terapias a los niños con autismo. Tenemos los métodos tradicionales -que se siguen haciendo-, pero también debemos comenzar a hacer intervención basada en proyectos, y esa es ahora mi nueva escuela de pensamiento”, afirma Linares, mientras destaca que los últimos datos científicos indican que estos niños tienen problemas con la conectividad cerebral, o hay demasiada o muy poco.
En ese sentido, dice que el surfing es una actividad muy intensa que precisamente requiere de mucha integración de los sentidos y las emociones.
“(Con este proyecto) queríamos comprobar si este tipo de actividad los ayudaba. Participaron ocho niños en edad escolar con distintos niveles de autismo y los resultados fueron sorprendentes, tanto en términos de lo que pudimos observar, como lo que notaron los padres y los maestros”, agrega Linares, quien es patólogo del habla y el lenguaje y catedrático del Recinto de Ciencias Médicas.
Entre otros aspectos, dice que pudieron observar que los niños estaban más organizados y enfocados, además de más tranquilos en los salones. “Algunos que nunca habían hablado salieron hablando, también los ayudó en la socialización y en mejorar la conducta. Hubo padres que hasta nos dijeron que por primera vez dormían toda la noche”, sostiene el investigador, mientras subraya que se pudo demostrar que este tipo de actividad complementaria es muy efectiva.
“Eso no quiere decir que sustituye las terapias tradicionales. Tampoco es una panacea, es un área que se debe seguir estudiando. Pero en términos generales, es una actividad muy buena, tanto para los niños con autismo como para los padres que se quedan en la orilla”, afirma Linares.
Esfuerzo novel
El estudio, que según entiende Linares, es el primer proyecto en el que se ha estudiado científicamente el efecto del deporte del surf en la población de niños con autismo.
Sin embargo, ya se sabía que provocaba cambios positivos, no solo en los niños con autismo, también en otros con deficiencias en el desarrollo, déficit de atención e hiperactividad.
De hecho, la organización Surfers Healing fue la primera de base comunitaria que vino a Puerto Rico para traer el concepto del surfing para niños con autismo, dice el psicólogo Giovanni Martínez, fundador de Sur4Dem y uno de los investigadores a cargo en el estudio.
“También está Surfers for Autism. Pero normalmente son organizaciones que hacen una actividad una vez al año, donde se reunen a muchos niños con autismo y se les expone al surf. Ya para la época que ellos comenzaron a venir, nosotros éramos voluntarios y empezamos a notar que habían unos cambios inmediatos en estos niños cuando se exponían a la práctica del surf y a estar en contacto con la naturaleza”, explica Martínez, tras indicar que comenzó a hacer propuestas para investigar las propiedades psicométricas y los efectos terapéuticos que tiene el surf en esta población con autismo.
“El doctor Linares la aceptó de inmediato. De hecho, Filius estaba trabajando en alternativas para la población con autismo y otras deficiencias en el desarrollo y el surfing definitivamente cae en esa categoría porque es una terapia alternativa”, explica el psicólogo, surfer y profesor adjunto en el Recinto de Ciencias Médicas, quien resalta que la investigación se comenzó en la playa de Jobos en Isabela, porque desde que él era adolescente la conocía y sabía que tenía unas características y cualidades que no presentan otras playas.
Uno de los aspectos que se tuvo en cuenta fue el de seguridad y que ofrecía un espacio para que el niño pueda desplazarse en la ola por bastante tiempo. “Es un área bastante protegida y nosotros la conocemos muy bien y nos da mucha seguridad. Además le permite al joven estar parado en la tabla por mucho tiempo; y ahí es que nosotros estamos viendo muchos de los cambios”, afirma Martínez, quien cuenta con la ayuda de surfers voluntarios que ayudan a los niños a desplazarse en el agua.
“En abril comenzamos el estudio piloto, que tenía una duración de tres meses. Trabajamos con niños con autismo de nivel severo, intermedio y de alto funcionamiento. Para mí era importante tener una muestra que fuese diversa para poder luego plasmar lo que estábamos encontrando. Es un estudio pequeño pero muy innovador; además de ser la primera vez que se hace uno de índole científico, validado por una universidad”, agrega Martínez.
Pero señala que es algo que también se está trabajando en España, Francia y Hawai con resultados positivos muy parecidos.
“En Francia, por ejemplo, se utiliza un programa de surfing para niños con necesidades especiales, como un mecanismo para integrarlos. Así que no solo se limita a una población de niños autistas o con deficiencias del desarrollo. También hemos visto que a jóvenes con déficit de atención e hiperactividad les funciona muy bien”, agrega el investigador.
Resultados sorprendentes
“Todos estamos perplejos”, admite Martínez, mientras destaca que la hipótesis que se planteó al comienzo del estudio era que la práctica del surf traería una mejoría, tanto en el área comunicológica en general como en el área sensorial.
“Planteamos que la exposición al surf iba a ayudar en esas dos áreas porque en los niños con autismo, esas son sus dos deficiencias mayores; tanto en el poder expresarse adecuadamente, como en su reacción a todo lo relacionado con lo sensorial”, explica el psicólogo.
Precisamente, durante todos estos meses han notado el cambio positivo que se ha dado en los niños que participaron en el estudio. Aunque acepta que al principio no fue fácil.
De hecho, cuenta que en los primeros días hubo niños que con solo tocar la arena comenzaban a gritar. También, al estar en un escenario al aire libre, en contacto con la naturaleza, algunos tenían más sensibilidad con los sonidos y ruidos.
Es lo que también recuerda uno de los surfers voluntarios de Surf4Dem, Josué Paga'n Marty, quien le da apoyo a niños que surfean en la playa de Jobos.
“Al principio pueden ocurrir tantrums. Ese primer día que llegué fue fuerte ver la reacción de algunos niños que no querían entrar al agua; algunos se tapaban los oídos porque no soportaban el ruido y otros no paraban de gritar. Pero cuando finalmente entraban al agua, veías el cambio casi instantáneo y eso fue muy emocionante”, afirma Pagán.
Por ejemplo, cuenta su experiencia con una niña a la que se le hizo muy difícil convencerla para que se montara en la tabla de surfear. “Pero una vez que llegamos al banco de arena, se montó en la tabla y cogió su primera ola, todo cambió; lo gritos pararon y luego fue todo sonrisas. Yo, literalmente, podía sentir la energía positiva”, cuenta Pagán, quien dice que desde ese momento decidió que quería ser parte de ese proyecto.
Precisamente, dice que la transformación que tuvo la niña en las próximas sesiones fue dramática. “Un día la madre nos dio las gracias y nos dijo que estábamos cambiando la vida de su hija. Según nos contó, antes no se dejaba peinar y había que ponerle ropa ancha y de colores suaves. Pero después de un mes, un día la nena llegó con trencitas y vestida como una niña. La madre nos dijo que por primera vez podía vestir y peinar a su hija como una nena”, recuerda Pagán, tras resaltar que ver esos cambios les da una gran satisfacción, por lo que ya lo ven como un proyecto de vida.
A eso se añade, indica Martínez, que el niño o niña está recibiendo estímulos en un ambiente real, con arena, agua y sol. “Generalmente, se trabaja en un cubículo o en un salón en una situación controlada. Aquí no es así, hay ruidos que no puedo controlar; hay gente, música, animales, hay viento, se siente la temperatura del agua y de la arena. Son muchos estímulos sensoriales a los que se está enfrentando y que está aprendiendo a manejar en el momento. Y nosotros entendemos que eso es una de las fortalezas que tiene el surf”, explica el investigador, tras subrayar que todo el proceso ha sido enriquecedor para todos.
“Es algo extraordinario que todavía para mí sigue teniendo un poco de misterio, de por qué es tan inmediato el proceso de cambio. Luego de un tiempo, los padres comenzaron a traer las buenas noticias y los maestros empezaron a notar los cambios”, recuerda Martínez.
Resalta, además, que los padres le han dicho que los niños están durmiendo más, sus niveles de ansiedad han bajado dramáticamente, su concentración ha aumentado, al igual que su “awareness” o sentido de concienciación de todo lo que le rodea.
“Hay un niño que en un mes y medio de terapia avanzó tanto que el director de la escuela llamó a los padres. Ellos se asustaron porque pensaron que había pasado algo y cuando llegaron, el escritorio estaba lleno de los trabajos que había hecho. Él les preguntó que estaban haciendo porque el joven no era así antes y ellos le dijeron que lo único diferente que estaban haciendo era que iba dos veces en semana a la playa de Jobos a surfear”, agrega orgulloso Martínez.
Y aunque aclara que estos hallazgos no significan que sea la cura para el autismo, asegura que sí han comprobado que funciona y que es muy positivo para los niños.
“Aunque ya no se está llevando a cabo el estudio, seguimos monitoreando de una manera científica. En ese sentido, Surf4dem también se diferencia de otras organizaciones porque lo hacemos consistentemente, dos veces por semana. Además de documentar lo que estamos viendo”, expone Martínez.
Proyecto de vida
Tanto el psicólogo Giovanny Martínez como el ingeniero Josué Pagán Marty afirman que ayudar a niños con autismo o con necesidades especiales a través de una terapia alternativa como el surf, se ha convertido en un proyecto de vida.
Por eso, una vez que terminó la investigación, en junio pasado, Martínez decidió crear una corporación sin fines de lucro para seguir ofreciendo el servicio “porque los mismos padres lo pidieron”,
De los ocho niños iniciales, el grupo ha crecido y ya son 28, todos con diferentes tipos de autismo. Pero la experiencia, afirman los jóvenes, sigue siendo igual de positiva.
“Después de seis meses siguen sorprendiendo, nos siguen llegando historias conmovedoras, profesionales de la salud que se cuestionan qué se está haciendo con estos niños”, asegura Martínez, tras destacar que 100% de los padres que llegan al proyecto se quedan porque ven los resultados de inmediato. A eso se añade, agrega, que también les funciona como un grupo de apoyo porque es una actividad donde la familia puede interactuar con sus niños de una manera diferente.
Por ahora, indica Martínez, le está pidiendo a los padres un donativo de $50 para compensar a los surfers que trabajan con los niños y para la compra de equipo. “Presenté el proyecto en el Senado y a la Fundación del Banco Popular para ver si nos ayudan”, agrega.
Para más información sobre Surf4Dem, puedes llamar al 787-510-2557 o enviar un mensaje electrónico a info@surf4dem.com. También puedes visitar su página: www.surf4dem.com y en Facebook/Surf4Dem.
Nuevo estudio
“Ahora mismo se están analizando los datos y esperamos que la información del estudio piloto sea publicada en la revista científica de Filius próximamente”, indica Nicolás Linares, director del Instituto Filius.
“Según destaca, a la luz de esos primeros resultados, en noviembre van a comenzar otro estudio con niños preescolares, menores de 4 años, para ver si se da el mismo progreso y si esa intervención temprana les ayuda de la misma forma.
“Esta vez, agrega Linares, el estudio también contará con los servicios de una patóloga del habla, la profesora Elvira Cancio y de Giovanni Ricci, como instructor de surf.


sábado, 28 de abril de 2018

3 - Surf + Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)

El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una enfermedad real. Puede sufrir de TEPT luego de vivir o ver eventos traumáticos como la guerra, huracanes, violaciones, abusos físicos, o un accidente grave. El trastorno de estrés postraumático hace que se sienta estresado y con temor luego de pasado el peligro. Afecta su vida y la de la gente que le rodea. (https://medlineplus.gov/spanish/posttraumaticstressdisorder.html) 

Según la Organización Mundial de la Salud unas 120 millones de personas en todo el mundo, principalmente de entre 15 a 44 años de edad podrían sufrir depresión. Y el trastorno está asociado a unas 850.000 muertes cada año, principalmente por suicidio. 
(http://www.bbc.com/mundo/ciencia_tecnologia/2010/09/100917_surf_depresion_men.shtml) 

El surf cuenta con beneficios terapéuticos (algunos ya los he mencionado en mi post anterior), pero ahora les voy a hablar de otro beneficio. Y éste trata sobre cómo el surf ayuda a los veteranos con este tipo de trastorno a mejorar su calidad de vida mediante el contacto con el océano y la naturaleza. Se puede observar que los beneficios a nivel de la salud mental son maravillosos por el simple hecho de contar con una actitud desafiante a la hora de practicar este deporte y a su vez, requiere un gran enfoque y concentración para estar en contacto con las fuerzas de la naturaleza. 

Las estadísticas sobre el trastorno de estrés postraumático son realmente shockeantes. Una de cada tres tropas de combate cuenta con síntomas de TEPT, pero sólo alrededor del 40% aproximadamente toma conciencia y busca la ayuda correspondiente. Algunos de ellos llegan al surf para sanarse y explorar todos los beneficios terapéuticos que les brinda esta disciplina al estar en contacto con el mar. 

El surf les permite avanzar en un nuevo camino, recuperando la confianza perdida de cada uno de ellos, logrando un avance en sus vidas. Es una forma de rehabilitación recreativa donde los veteranos de guerra son expuestos al mar y a todos sus desafíos. 

"Durante mucho tiempo se ha demostrado con evidencia clara que cuando organizas actividades terapéuticas basadas en tareas particulares, la gente no sólo se beneficia con la interacción social sino éstas también ayudan a adquirir confianza", afirma Joe McEvoy, del organismo encargado de atención a la salud en Cornualles. (http://www.bbc.com/mundo/ciencia_tecnologia/2010/09/100917_surf_depresion_men.shtml) 

En el momento en que estamos inmersos en ese océano tan grande, sin límites, nuestro cuerpo, mente y alma únicamente en contacto con la madre naturaleza, por lo menos a mí, me da una satisfacción inmensa y me permite desconectarme realmente de todo el resto del mundo. Olvido mis problemas, mis quehaceres; todo. Sólo me enfoco en mí misma y en lo que tengo que hacer en ese momento, que es remar, concentrarme, y tomar una ola. Surfear te obliga a concentrarte en esa única tarea que tenés, y sólo pensar en el tiempo presente. En el "hoy" y "ahora". Tenés que utlizar toda tu energía y tu atención enfocándote en las olas. Te ayuda a realmente olvidarte de todo lo demás. Solo importás tú. En ese momento no pensás en el pasado, no pensás en tus problemas ni en tus quehaceres. Pareciera como si estuvieras inmerso en otra realidad, conectado exclusivamente con la naturaleza y nada más se interpone en ese momento. Basándome en mi experiencia y en las estadísticas de esta terapia para este tipo de personas, considero que veteranos de guerra encontraron su sanación natural en el surf. Esta sensación de libertad, pero sin tener que escaparse realmente del mundo en el que viven.  

Un claro ejemplo de este tema de trastorno de estrés postraumático lo lleva a cabo Josh Izenberg; un surfista y director de "Resurface", un documental que trata de cómo el poder del surf y el océano puede, de cierto modo, curar los síntomas de TEPT, o ayudar en su tratamiento. 

Les dejo aquí una parte de este documental para que puedan ver y sentir algo realmente maravilloso. 

via GIPHY

2 - ¡Chau, fármacos! ¡Hola, Surf!

Los hábitos de vida han cambiado mucho durante los últimos años en varias partes del mundo. Una de las principales prioridades de la sociedad hoy en día es el cuidado tanto físico como mental de cada uno de los individuos, incluyendo no solamente una alimentación sana y ejercicio físico, sino terapias que sanan el alma y la mente. 

El surf se ha convertido en una especie de tratamiento por todas partes del mundo, donde se aceptó como una excelente alternativa a otro tipo de terapias para personas que sufren todo tipo de enfermedades. Se han encontrado muy buenos resultados donde el surf ayuda a tratar y mejorar determinadas patologías ya que ayuda no solamente a nivel físico, sino a nivel mental, como la concentración, la coordinación de movimientos, y el desarrollo social. Es un deporte muy recomendado tanto para los niños, como para los adultos y todas aquellas personas que cuenten con alguna discapacidad.

Aquellas personas que tienen dificultades a nivel físico y psíquico, como ser el síndrome Down, el autismo o mismo parálisis cerebrales, que han probado esta terapia, más bien psicoterapia, como alternativa para mejorar su calidad de vida, están dando muy buenos resultados a nivel de lo cognitivo, lo social y la rehabilitación. Además, ayuda a que se sientan  mejor consigo mismos y con su entorno que los rodea. 

Aquí les dejo una fotografía de un niño con síndrome de Down teniendo una clase de surf. 



En el caso del autismo en particular, el surf genera un espacio donde los padres e hijos con esta enfermedad puedan desarrollar fácilmente su capacidad cognitiva. Una de las razones por las cuales esto es posible es gracias a la naturaleza misma; el contacto que se genera entre el niño y la naturaleza. El sol, el mar y el viento generan una serie de estímulos distintos, incluyendo el auditivo, el táctil y el visual. Y a su vez, mediante el soporte de la tabla, que es su principal herramienta en este deporte, permite que los niños con este tipo de enfermedades puedan desarrollar un cierto contacto diferente con la fuerza de la naturaleza y eso ayuda a despertar emociones que en otras circunstancias no se despiertan fácilmente, o simplemente no las despiertan por completo. Además de que biológicamente el agua se utiliza como terapia en muchas ocasiones para movilizar los músculos y las extremidades.

Un ejemplo de esto es la Fundación "Surfers Healing", creada por Izzy Paskowitz, surfista internacional, con el propósito de darle a todos los niños autistas una experiencia única. Esta idea fue creada a partir del diagnóstico de autismo de su propio hijo, que, a raíz de ello, decidió que practicara surf para tener un mejor desarrollo y estar en contacto con la naturaleza para "sanarse". 

La idea de Izzy fue sencilla: utilizar las tablas de surf como principal herramienta para que le transmitan a estos niños una energía positiva del mar, y lograr despertar sus emociones. Estos niños son monitoreados a través de unos aparatos y los resultados que se obtuvieron luego de este estudio indican que fueron realmente maravillosos. 

Aquí pueden ver cómo los niños autistas interactúan con el mar y con este deporte. Es realmente algo muy hermoso solamente pensar de que estos niños puedan salir de su "único mundo" y puedan conectarse con el resto y con la naturaleza en sí. 



Se ha afirmado que al practicar el surf, se libera una hormona llamada endorfina (como cuando hacemos otros deportes) que ayudan a la liberación de estímulos positivos en el cuerpo humano. Algunos incluso le llaman "moléculas de la felicidad". Mediante esta liberación, nos permite recibir una sensación de placer en el interior del individuo. 

Por alguna de estas razones que les estuve mencionando y otras más, es que se puede resumir que el surf no solamente ayuda a tratar enfermedades a nivel neurológico, sino que también se puede utilizar como un gran aliado para combatir  cualquier patología que genere ansiedad, dolor o depresión.

¡Animáte vos a probar este deporte!